Eclesiástico 34,13-17
[13]El espíritu de los que temen al Señor vivirá, porque han puesto su esperanza en aquel que los salva.
[14]El que teme al Señor no se intimida por nada, y no se acobarda, porque él es su esperanza.
[15]¡Feliz el alma del que teme al Señor! ¿En quién se sostiene y cuál es su apoyo?
[16]Los ojos del Señor miran a aquellos que lo aman: él es escudo poderoso y apoyo seguro, refugio contra el viento abrasador y el ardor del mediodía, salvaguardia contra el tropiezo y auxilio contra la caída.
[17]Él levanta el ánimo e ilumina los ojos, da salud, vida y bendición.
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