Esperanza, Fe y Caridad
La Esperanza es la confianza de lograr una cosa o de que se realice algo que se desea, en la vida de las personas solo se traduce a un cierto optimismo que nos mantiene en la confianza de que algo puede suceder, para esto se han escrito miles de libros que motivan a las personas a tener esta confianza en si mismos, lo cual solo pone al centro a uno mismo como hacedor de nuestro propio destino, dejando de lado a Dios. La idea que tiene el “mundo” acerca lograr éxito y bienestar es que todo depende de un deseo ferviente y la fuerza de este deseo para lograrlo, en la realidad nada de esto sucede si no por la Gracia, podemos ver a muchas personas del mundo que han logrado éxito, pero se enfrentan al vacío pues lograron lo que el mundo les ofrecía, pero se enfrentan a que no saben qué hacer con ese éxito con la posibilidad de tenerlo todo sin limites, pero en su corazón no hay paz. Ejemplos hay muchos y casos tan graves que en este exceso de todo y vacío del corazón termina en un suicidio, cuando no se sabe como administrar ese éxito y tampoco el ¿para que?.
En voz del propio Papa Francisco para un cristiano, la esperanza es Jesús en persona, es su fuerza de liberar y volver a hacer nueva cada vida.
La Caridad es el entimiento o actitud que impulsa a interesarse por las demás personas y a querer ayudarlas, especialmente a las más necesitadas.
También se entiende como la virtud teologal del cristianismo que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. La caridad procede de Dios, pues la primera definición de Dios es que Dios es amor en su expresión mas pura y mas elevada de lo que podamos si quiera racionalizar.
La Fe por definición es la creencia y esperanza personal en la existencia Dios que implica el seguimiento de un conjunto de principios, de normas de comportamiento social e individual y una determinada forma de vida. En su aspecto teologal es creer en la palabra de Dios y en la doctrina de la Iglesia.
Por esto Fe, Esperanza y Caridad deben ser nuestros pilares de nuestra relación con Dios.
Con amor, Oscar Montoya Figueroa, Bendiciones de Dios Altísimo para ustedes.
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